A propósito del Día de los Inocentes: Napo Hollywood
En el Día de los Inocentes, cada 28 de diciembre, las calles despiertan con un murmullo travieso. El aire se llena de risas invisibles que cambian la sal por azúcar en los desayunos, y las palomas que vuelan sobre las plazas repiten en coro: “¡Inocente palomita!”. Las figuras pegadas en las espaldas se convierten en sombras juguetonas que acompañan a los caminantes, y los teléfonos, poseídos por duendes digitales, lanzan bromas desde WhatsApp como si fueran conjuros de alegría. Los periódicos, cómplices de la fiesta, imprimen noticias que se deshacen en polvo dorado apenas se revelan como engaños.



Crea tu propia página web con Webador