“Triunfaremos” — El Canto Político de la Esperanza Popular

Publicado el 17 de septiembre de 2025, 10:09

¡Triunfaremos! no es solo una pieza lírica: es un manifiesto emocional, político y simbólico que condensa el espíritu de una nación en marcha. En sus versos se entrelazan la memoria histórica, la dignidad popular y la promesa de transformación. Este editorial propone una lectura crítica y reverente del tema musical !Venceremos!, como parte de POEMATRIX 2025, escrito por Jorge Carrión a petición del líder del Partido de los Trabajadores y Emprendedores, Napoleón Becerra García, reconociendo su potencia como herramienta de movilización y afirmación identitaria.

 

Desde el alma profunda del pueblo…

El poema abre con una imagen solar: “donde el sol de la historia nació”. Esta metáfora no solo sitúa al Perú como cuna de civilización, sino que invoca una genealogía de lucha que se remonta a los Andes, a los pueblos originarios, a los mártires de la independencia y a los movimientos sociales del siglo XX. La “voz de los libres” se levanta con “coraje, justicia y honor”, tres valores que configuran el eje ético del texto.

La esperanza es presentada como aurora, como un nuevo ciclo que “empieza a brillar”. Esta imagen de amanecer no es ingenua: está sostenida por “la fuerza de siglos”, una frase que condensa la resistencia acumulada del pueblo peruano. El texto no propone una ruptura, sino una continuidad transformadora.

 

La memoria como brújula

La evocación del “Nuevo Valiente” —figura simbólica que puede leerse como un arquetipo del líder popular— reafirma que “la lucha jamás se rindió”. Aquí, el canto se convierte en un acto de memoria activa, donde el legado no es nostalgia sino guía. La frase “con la patria en el corazón” sugiere que la marcha política está impregnada de afecto, de pertenencia, de sentido colectivo.

La línea “Antes muertos que esclavos del miedo, nuestra tierra no se venderá”, introduce una crítica al entreguismo y a la mercantilización del territorio. El tema se posiciona claramente en defensa de la soberanía nacional.

 

El estribillo como grito de combate

“Triunfaremos” se repite como mantra, como grito coral, como afirmación de voluntad. Cada repetición está acompañada de una acción concreta: romper cadenas, vencer la miseria, servir al deber, renacer. El poema no se limita a denunciar, sino que propone una praxis: la unión del pueblo como motor de cambio.

La enumeración de sujetos —“campesinos, obreros, mujeres, estudiantes, mineros”— configura un frente amplio, inclusivo, intergeneracional. La frase “todos juntos alzamos la frente” es una imagen de dignidad colectiva, de orgullo compartido, de resistencia sin sumisión.

 

La dimensión electoral

La mención explícita de Napoleón Becerra García como “hijo del pueblo” y “mejor elección presidencial” introduce el poema en el terreno político-electoral. Sin caer en propaganda directa, el texto lo presenta como encarnación de los valores que se han ido construyendo a lo largo del poema: justicia, verdad, paz, servicio al pueblo.

La reiteración de “nuestra tierra no se venderá” refuerza el compromiso con la soberanía, mientras que el cierre con “Triunfaremos, triunfaremos” funciona como rúbrica, como firma colectiva, como juramento.

 

Reflexión: poesía hecha música como herramienta de transformación

Este poema hecho canción es más que un texto lírico: es una declaración de principios, una convocatoria emocional, una síntesis de historia y futuro. Jorge Carrión logra articular el lenguaje poético con la urgencia política, sin perder profundidad ni belleza. En tiempos de incertidumbre, este tipo de escritura ofrece no solo consuelo, sino dirección.

La palabra “Triunfaremos” no es aquí una consigna vacía: es una promesa que se construye desde la memoria, la dignidad y la acción colectiva. Y en ese sentido, el poema hecho canción se convierte en himno, en estandarte, en llama que no se apaga.

 

JCR

A continuación escuchemos el tema: ¡VENCEREMOS!


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